2024/04/14

La evaluación de competencias en el área de Religión (3)

 


 

Desde que el sistema educativo se basa en el desarrollo y adquisición de competencias, uno de los retos que se le presenta al profesorado es la evaluación de dichas competencias. Tercera entrega de la serie de artículos que aborda este tema.

Continuamos con la tercera entrega de esta serie de artículos sobre la evaluación de las competencias en el área de Religión.

Instrumentos de evaluación

Un instrumento de evaluación es una herramienta que permite establecer una valoración sobre el grado de consecución de los aprendizajes (de forma cuantitativa o cualitativa).

Según esto, podemos enumerar los siguientes: cuestionarios (cognitivos), listados de comprobación, registros o escalas de observación, valoración o estimación, rúbricas, escalas de actitud.

Nos centraremos en los tres instrumentos de evaluación que principalmente sirven para valorar los tipos de evidencias ya mencionadas (recuerde la tabla de apartados anteriores): listados de comprobación, escalas de valoración y rúbricas. Y que pueden ser utilizados para la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación.

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Artículos anteriores:

La evaluación de competencias en el área de Religión (1)

La evaluación de competencias en el área de Religión (2)

MARIA KOLOREZTATZEKO






2024/04/12

La Escuela Universitaria de Magisterio diocesana cumple 75 años





Begoñako Andra Mari cumple 75 años de historia desde que se inició su andadura en 1948 en la Institución Teresiana. En 1973 la Diócesis asumió su titularidad convirtiéndola en Escuela Universitaria, para elevar una carrera y una profesión a un rango superior. A lo largo de este tiempo se han formado más de 10.000 docentes de Educación Infantil y Primaria, con diferentes planes de estudio, y en diversos contextos y realidades históricas.

Cuando en 1983 cumplió 10 años como Escuela Universitaria, el entonces obispo auxiliar Juan María Uriarte afirmó en el acto de inicio de curso: “nuestra escuela nació con vocación de servicio, entregada al pueblo, a la cultura y a la lengua”, señalan desde el BAM. Y prosiguen en ese empeño, «construyendo día a día lo que ahora tenemos y lo que somos».

En este arranque de actos destacan que las celebraciones que se organicen son » una oportunidad perfecta para reflexionar sobre nuestra trayectoria, aprender de lo que hemos hecho y mirar al futuro con ganas y fuerzas renovadas».

Actividades

El próximo martes 16 de abril tendrá lugar la tercera jornada de puertas abiertas. Será una oportunidad para conocer las instalaciones, ubicadas en el Seminario Zentrum y dialogar con el profesorado.

A finales de abril se presentará la publicación `Etorkizuneko Hezkuntza Ehuntzen´ en el que se recopilan reflexiones en torno a la educación de diversos agentes sociales, educativos científicos etc.

El acto institucional central del aniversario tendrá lugar en junio.

2024/04/09

La evaluación de competencias en el área de Religión

 


 

Desde que el sistema educativo se basa en el desarrollo y adquisición de competencias, uno de los retos que se le presenta al profesorado es la evaluación de dichas competencias. Continuamos con la serie de artículos que aborda este tema.

Índice:

Alineación de elementos curriculares: la clave para la validez en la evaluación.

Tipos de evidencia

Continuamos con esta serie de artículos sobre la evaluación de las competencias en el área de Religión.

 

Alineación de elementos curriculares: la clave para la validez en la evaluación.

El diseño de toda actividad de evaluación debería fundamentarse en los aprendizajes que se pretenden evaluar para comprobar el nivel de logro que han adquirido los estudiantes. Así, permiten obtener distintas evidencias de nuestro alumnado: respuestas a preguntas, desempeños, procesos y productos.

Los referentes de la evaluación (en término de aprendizaje), no pueden ser otros que la concreción que se hace de éstos en los criterios de evaluación. Sea en el marco de un área, materia o ámbito, y que se relacionan con los objetivos generales de etapa, competencias específicas y saberes básicos.

Una evaluación válida y fiable procurará que las actividades de evaluación permitan desarrollar y comprobar los aprendizajes definidos en el currículo y, a su vez, estos aprendizajes guiarán la selección y configuración de los instrumentos de evaluación. La alineación de estos tres elementos: criterios, actividades e instrumentos de evaluación, por tanto, se considera crucial en el diseño de la evaluación.

Una competencia es un desempeño. Un desempeño supone integrar conocimientos, destrezas (habilidades y procedimientos) y actitudes y aplicar esa integración de forma práctica y creativa en la ejecución de una tarea que debe tener una relación clara con la vida (lo que denominamos el contexto). La competencia supone un hacer y un ser que se enfrenta de forma eficaz a la resolución de problemas. No es sólo un saber. Es un saber aplicado (hacer, “hago cosas de manera competente”) y un saber integrado a mi persona (un ser, “soy una persona competente en…”) que me permite resolver problemas de forma eficaz. Los conocimientos, las destrezas y las actitudes de cada competencia, son las tres dimensiones de la competencia: dimensión cognitiva (conocimientos), dimensión instrumental (destrezas y procedimientos) y dimensión actitudinal (actitudes y valores).

Por eso, se identifica la competencia con su desempeño, porque representa una aplicación práctica de lo que se sabe. Una competencia no es únicamente “poder hacer” (capacidades), ni sólo un “saber hacer” (conocimientos exclusivamente), sino que es “hacerlo”.


Por tanto, evaluar una competencia es evaluar su desempeño. Se trata de evaluar la resolución de una tarea o problema con eficacia.

Para la evaluación de competencias deben proponerse actividades que recojan evidencias que demuestren el grado de desempeño de nuestro alumnado y, para ello, utilizaremos los instrumentos de evaluación que se presenten como más idóneos. Esto es, supone diseñar instrumentos en los que el alumnado demuestre con desempeños (evidencias) que puede realizar las tareas de las competencias exigidas.

La siguiente tabla ilustra la relación entre las dimensiones de las competencias, los instrumentos de evaluación que podemos usar y el tipo de evidencia que recogen dichos instrumentos.

Esta tabla nos ayuda a reflexionar sobre qué evidencias pedimos a nuestro alumnado y qué dimensiones de las competencias observamos en las mismas. Por ejemplo, si queremos evaluar conocimientos (aprendizaje de contenidos), las respuestas a preguntas (orales, escritas) sería un medio adecuado; pero no podremos evaluar destrezas y actitudes con un cuestionario.

Por ello se hace necesario combinar distintas evidencias: desempeños, productos, procesos y respuestas a preguntas, con unos buenos indicadores, y, así, obtendremos unos potentes instrumentos de evaluación. Estos indicadores deben surgir del análisis de las competencias específicas y sus criterios de evaluación.

La evaluación “tradicional” está centrada únicamente en un currículo basado en la adquisición de conocimientos, cuya principal fuente de evidencia son las respuestas que proporciona el alumnado por medio de un cuestionario o examen (instrumento de evaluación).

La evaluación de una situación de aprendizaje en clave competencial se basa en un currículo donde predominan los aprendizajes basados en conocimientos, destrezas, habilidades y valores y actitudes, que se centra en la obtención de evidencias a través de desempeños, productos y procesos, utilizando para la valoración de los aprendizajes instrumentos como: rúbricas, escalas de valoración y listas de cotejo o comprobación.

 

Tipos de evidencia

Según hemos visto en la tabla anterior, disponemos de los siguientes tipos de evidencias...

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2024/04/08

Situación de Aprendizaje: El Camino de Santiago, una ruta de conocimiento


UNA NUEVA SITUACIÓN DE APRENDIZAJE PARA CONOCER NUESTRA CULTURA Y CÓMO ERA LA VIDA EN LOS MONASTERIOS MEDIEVALES.

 

Bajo el título El Camino de Santiago, una ruta de conocimientoDavid Aguilar Carmona, alumno de Pedagogía y Didáctica de la ERE, quien cursa la DECA Secundaria en el ISCR San Pablo, de Málaga, y del que tenemos permiso para su publicación en este medio; presenta esta magnífica situación de aprendizaje con el objetivo de reflexionar cómo los principales centros religiosos también fueron focos de conocimiento, así como económicos. Desterrar la idea de lo medieval como un periodo desconocido e inerte. La aspiración del tema es unificar los grandes emplazamientos devocionales del Reino de España a modo documental y los
matices simbólicos que hoy en día aún mantienen y que propician la adhesión social.

Los monasterios se convirtieron en aparatos acumuladores de bienes mediante las prácticas de gestión de tierras y de comercio. El sustrato religioso es el que dotará de consistencia a los elementos seleccionados por los alumnos que finalmente tendrán que reflexionar sobre un valor espiritual de la orden que escogerían para hacer el camino de Santiago.

El producto final será crear una infografía a modo de códice o manuscrito como el Códice Calixtino o el Libro de las Maravillas del Mundo de Jean Mandeville, (S.XIV) en el cual se habla sobre experiencias de viajes. Por lo tanto, el alumnado debe describir en su propio códice las experiencias y lugares que incluye la guía, cómo se mantenían estas órdenes religiosas, el modo de gestionar las tierras y los valores espirituales que caracterizaban a cada una de ellas.

Gracias David, por compartir tu trabajo y felicidades por tu esfuerzo, dedicación y buen hacer.

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MARIA, ¿VERDADERO O FALSO?