Charla:
¿COMO HABLAR HOY DE… CUERPO Y ALMA?
Ponente:
Carlos García Llata
Día:
3 de febrero - jueves
Lugar:
Barria - a las 10:30 y a las 19:30 hs.
Plaza Nueva, 4 - 1º 48005 Bilbao
Tlf: 944795652. Fax: 946790061
En aquel tiempo, al ver Jesús al gentío subió a la montaña, se sentó y se acercaron sus discípulos, y él se puso a hablar enseñándoles: - Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán «los hijos de Dios». Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten, y os persigan, y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Zorionekoak txiroak. Kristoren programarik harrigarriena Zoriontasunetan agertzen da. Ez da bakarrik veste bizitzarako zorlo na.
Al formular las bienaventuranzas, Mateo, a diferencia de Lucas, se preocupa de trazar los rasgos que han de caracterizar a los seguidores de Jesús. De ahí la importancia que tienen para nosotros en estos tiempos en que la Iglesia ha de ir encontrando su estilo cristiano de estar en medio de una sociedad secularizada.
No es posible proponer la Buena Noticia de Jesús de cualquier forma. El Evangelio sólo se difunde desde actitudes evangélicas. Las bienaventuranzas nos indican el espíritu que ha de inspirar la actuación de la Iglesia mientras peregrina hacia el Padre. Las hemos de escuchar en actitud de conversión personal y comunitaria. Sólo así hemos de caminar hacia el futuro.
Dichosa la Iglesia "pobre de espíritu" y de corazón sencillo, que actúa sin prepotencia ni arrogancia, sin riquezas ni esplendor, sostenida por la autoridad humilde de Jesús. De ella es el reino de Dios.
Dichosa la Iglesia que "llora" con los que lloran y sufre al ser despojada de privilegios y poder, pues podrá compartir mejor la suerte de los perdedores y también el destino de Jesús. Un día será consolada por Dios.
Dichosa la Iglesia que renuncia a imponerse por la fuerza, la coacción o el sometimiento, practicando siempre la mansedumbre de su Maestro y Señor. Heredará un día la tierra prometida.
Dichosa la Iglesia que tiene "hambre y sed de justicia" dentro de sí misma y en el mundo entero, pues buscará su propia conversión y trabajará por una vida más justa y digna para todos, empezando por los últimos. Su anhelo será saciado por Dios.
Dichosa la Iglesia compasiva que renuncia al rigorismo y prefiere la misericordia antes que los sacrificios, pues acogerá a los pecadores y no les ocultará la Buena Noticia de Jesús. Ella alcanzará de Dios misericordia.
Dichosa la Iglesia de "corazón limpio" y conducta transparente, que no encubre sus pecados ni promueve el secretismo o la ambigüedad, pues caminará en la verdad de Jesús. Un día verá a Dios.
Dichosa la Iglesia que "trabaja por la paz" y lucha contra las guerras, que aúna los corazones y siembra concordia, pues contagiará la paz de Jesús que el mundo no puede dar. Ella será hija de Dios.
Dichosa la Iglesia que sufre hostilidad y persecución a causa de la justicia, sin rehuir el martirio, pues sabrá llorar con las víctimas y conocerá la cruz de Jesús. De ella es el reino de Dios.
La sociedad actual necesita conocer comunidades cristianas marcadas por este espíritu de las bienaventuranzas. Sólo una Iglesia evangélica tiene autoridad y credibilidad para mostrar el rostro de Jesús a los hombres y mujeres de hoy.
En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquél de quien yo dije:
"Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo". Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel". Y Juan dio testimonio diciendo:
"He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
"Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo". Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios".
Las primeras generaciones cristianas sabían muy bien que "bautizarse" significa literalmente sumergirse en el agua, bañarse o limpiarse. Por eso, diferenciaban muy bien el "bautismo de agua" que impartía el Bautista en las aguas del Jordán y el "bautismo de Espíritu Santo" que reciben de Jesús.
El bautismo de Jesús no es un baño corporal que se recibe sumergiéndose en el agua, sino un baño interior en el que nos dejamos empapar y penetrar por su Espíritu, que se convierte dentro de nosotros en un manantial de vida nueva e inconfundible.
Por eso, los primeros cristianos bautizaban invocando el nombre de Jesús sobre cada bautizado. Pablo de Tarso dice que los cristianos están bautizados en "Cristo" y, por eso, han de sentirse llamados a "vivir en Cristo", animados por su Espíritu, interiorizando su experiencia de Dios y sus actitudes más profundas.
No es difícil observar en la sociedad moderna signos que manifiestan un hambre profunda de espiritualidad. Está creciendo el número de personas que buscan algo que les dé fuerza interior para afrontar la vida de manera diferente. Es difícil vivir una vida que no apunta hacia meta alguna. No basta tampoco pasarlo bien. La existencia termina haciéndose insoportable cuando todo se reduce a pragmatismo y frivolidad.
Otros sienten necesidad de paz interior y de seguridad para hacer frente a sentimientos de miedo y de incertidumbre que nacen en su interior. Hay quienes se sienten mal por dentro: heridos, maltratados por la vida, desvalidos, necesitados de sanación interior.
Son cada vez más los que buscan algo que no es técnica, ni ciencia, ni ideología religiosa. Quieren sentirse de manera diferente en la vida. Necesitan experimentar una especie de "salvación"; entrar en contacto con el Misterio que intuyen en su interior.
Nos inquieta mucho que bastantes padres no bauticen ya a sus hijos. Lo que nos ha de preocupar es que muchos y muchas se marchan de nuestra Iglesia sin haber oído hablar del "bautismo del Espíritu" y sin haber podido experimentar a Jesús como fuente interior de vida.
Es un error que en el interior mismo de la Iglesia se esté fomentando, con frecuencia, una espiritualidad que tiende a marginar a Jesús como algo irrelevante y de poca importancia. Los seguidores de Jesús no podemos vivir una espiritualidad seria, lúcida y responsable si no está inspirada por su Espíritu. Nada más importante podemos hoy ofrecer a las personas que una ayuda a encontrarse interiormente con Jesús, nuestro Maestro y Señor.
Se trata de aquellas películas estrenadas durante el 2010 entre nosotros que destacan por la mirada al ser humano en perspectiva trascendente. Lo que supone, un acercamiento al misterio de Dios desde grandes cuestiones humanas como la libertad, el perdón, la acogida del otro, la belleza, la irrupción de lo extraordinario, la conversión y la lucha contra el mal, el testimonio, el coraje de vivir y la búsqueda de la esperanza.
1. Invictus (estreno 29 enero) de Clint Eastwood
En tiempos difíciles para la esperanza (¿hay algún tiempo universalmente fácil para ella?) Invictus nos presenta un referente de resistencia en la figura de Nelson Mandela. Las primeras secuencias de las películas nos muestran casi sin palabras un pueblo roto y enfrentado por la dura experiencia de la segregación (apartheid) racial. Los blancos detentando el poder están encerrados en la autosuficiencia, los negros ilusionados con el cambio también están cerrados en la venganza. Y en medio un hombre que en su voluntad firme, a pesar de su debilidad, cansancio y soledad, les unirá recordándoles que el perdón es un arma poderosa que libera el alma.
Basada en el libro de John Carlin, Playing the Enemy cuenta cómo se desarrolló el Mundial de Rugby del año 1995. Mandela, con una sabiduría que fraguó en sus 27 años en prisión, entendía que el deporte concentraba las emociones de la gente con mucha más rotundidad que el discurso político. Cuando faltaba un año para el Mundial Mandela decidió que el rugby, el deporte de los blancos, era la apuesta de la reconciliación e inició la campaña “Un equipo en un solo país”. Para ello contó con la ayuda de Francois Pienaar, el capitán de la selección, al que pidió ayuda para lograr que los negros se identificaran con el equipo de rugby. Ya en la final, a la que a duras penas llegó Sudáfrica, se presentó Mandela vistiendo la camiseta de la reconciliación, como confesó uno de los jugadores: “En ese momento nos dimos cuenta que había un país entero detrás nuestro, y que este hombre tuviera puesta la camiseta de los Springbok era un signo, no sólo para nosotros, sino también para toda Sudáfrica, que tenemos que unirnos, y tenemos que unirnos hoy”. Y de aquella gesta que ayudó a construir un pueblo nos habla la película traspasada por el perdón y la reconciliación que nacen del alma.
2. The Blind Side (estreno 18 junio) de John Lee Hancock
Esta sencilla historia que coloca en el papel del buen samaritano a una madre y su familia, confirma que hay un tipo de público fiel a estas películas marcadas por el crecimiento en la bondad de las personas, la posibilidad del cambio y la superación, el impulso transformador de la experiencia cristiana y la vigencia de la familia en medio de fuertes transformaciones sociales.
Basada en una historia real, que comenzó siendo una artículo periodístico y terminó en un bestseller, es más una película televisiva que cinematográfica. La consecución del Oscar a la mejor interpretación femenina haya supuesto el empuje definitivo para su pase por las pantallas y las televisiones de todo el mundo. Lo que hemos de agradecer, ya que dentro del cine netamente comercial, nos ofrece una aproximación sincera a los valores cristianos y familiares.
3. The secret of Kells (estreno 20 agosto) de Tomm Moore y Nora Twomey.
No es una casualidad que haya sido nominada para los Oscar de animación del 2010. The secret of Kells es una preciosa propyesta cargada de valores educativos y con posibilidades pastorales que es un pequeño regalo para los jóvenes espectadores, que vivirán con el pequeño monje Bredan una aventuras llenas de fantasía que permitirán profundizar más allá de la proyección.
Realizada en base a dibujos hechos a mano, tiene su inspiración en el colorido y las de los manuscritos iluminados del medioevo irlandés, aunque también aparecen las influencias de Matisse y de los dibujos de Hayao Miyazaki quedamos asombrados por la riqueza y el despliegue visual que nos ofrece. El cruce de la historia irlandesa, las leyendas y mitología celta, los temores infantiles, las metáforas de nuestro tiempo y una inominada referencia cristiana dan lugar a una mezcla cargada de significados y propueta de sentido.
4. Lourdes (estreno 31 marzo) de Jessica Hausner
La directora austriaca Jessica Hausner realiza este acercamiento a algunos aspectos de la experiencia creyente desde la perspectiva provocadora de los milagros. La sinceridad del planteamiento y la honradez de la búsqueda merecen el reconocimiento que esta película tuvo con los premios SIGNIS y el FIPRESCI del Festival de Venecia.
La propuesta de Lourdes es especialmente interesante porque sin vanalizar la posibilidad de la sanación, entra en el tema del sufrimiento y sitúa tanto el dolor como la curación ante la opción del sentido y la confianza de la fe. Así la película respira autenticidad de fondo y se convierte en emocionante sin caer en lo espectacular. En ella la fe aparece como plausible a pesar de una cierta rigidez de las formulaciones. El sufrimiento del alma está ligado al cuerpo pero se concreta en la infelicidad marcada por la soledad y la ausencia de futuro. La única pregunta definitiva sería de qué necesitamos ser curados y quién nos puede curar.
5. Crónicas de Narnia 3 (estreno 3 diciembre) de Michael Apted
Gran éxito de público la tercera entrega de las Crónicas de Narnia: La travesía del Viajero del Alba. En esta ocasión con más fidelidad al relato original y sin que el relato de aventuras desdibuje la profundidad del mensaje que C.S. Lewis quiso trasmitir en este relato fantástico para niños y para los que no lo son tanto.
La nueva entrega supone una giro en la concepción de la serie que vino motivado por el fracaso comercial de la segunda parte, Crónicas de Narnia: El príncipe Caspian. Ahora bajo la producción de Fox y Walden Media, el director Michael Apted realiza una adaptación fiel e inteligente a la vez que actual de este clásico de la literatura infantil. Lo interesante de esta tercera parte es que se mantiene en la misma línea de la primera: ofrecer un relato de aventuras atractivo a la vez que con interesantes claves de sentido. Nuevamente la película permite una doble lectura. Por una parte un amable relato de aventuras bien contado, con guiños a las otras entregas de la serie, despliegue imaginativo de efectos especiales y personajes entrañables que emprenden procesos sugerentes. Todo ello sin perder el pulso a una historia que se hace divertida y emocionante. Y además para los que buscan algo más hay un abundante despliegue simbólico al que ya nos han acostumbrado este tipo de relatos.
6. La última cima (estreno 4 junio) de Juan Manuel Cotelo
Documental sobre Pablo Domínguez, sacerdote y decano de la Facultad de Teología de San Dámaso, es ante todo una expresión audiovisual para decir “sólo Dios y nada más que Dios”. El director y actor Juan Manuel Cotelo ha conseguido, en éste su segundo largometraje, mostrar al Invisible a través de un medio paradójico, este documental a mitad de camino entre la realidad y algo que está más allá de ella. Hay, pues, inspiración en esta película que nos muestra la vida de este sacerdote que no deja de apuntarnos desde su humanidad desbordante al Trascendente cercano y el silencioso hecho Palabra y Presencia.
Desde hace tiempo lleva este director creyente buscando un estilo provocador y directo que transparente lo esencial del misterio de la fe de forma actual y significativa, existencial y comunicativa. El carácter testimonial se expresa marcando el protagonismo del propio director-narrador que sale mirando al objetivo y provocando al espectador. Así como de tantas personas que conocieron al protagonista y desde las que reconstruimos su vida.
7. El concierto (estreno 12 marzo) de Radu Mihaileanu
Se confirma, Radu Mihaileanu sigue siendo un cineasta de garantía desde el punto de vista del cine espiritual. Películas como “El tren de la vida” (1998), la emocionante “Vete y vive” (2005) y ahora “El concierto” se plantean la cuestión de Dios, en este caso tras la búsqueda de la armonía en un mundo convulso.
Lo acertado de este cineasta rumano es la combinación de amabilidad, denuncia, entretenimiento y profundidad antropológica. A través del género fronterizo de una comedia dramática realiza la denuncia de la violación de los derechos humanos en el comunismo soviético, planteada más como una desviación de lo humano que como una cuestión política. Porque en definitiva, el interés de sus personajes siempre se concentra en la posibilidad de girar el alma hacia la bondad.
8. Visión (estreno 24 septiembre) de Margarethe Von Trotta
En el siglo de las Cruzadas y del arte gótico, en el tiempo de cátaros y albigentes, en la época de los enfrentamientos entre el sacro imperio romano-germánico y el Papado, cuando se iniciaron la primeras escaramuzas entre fe y razón surge Hildegarda de Bingen que escribió una obra enciclopédica, compositora y autora teatral, predicadora y reformadora monástica que como mística se sentía enviada por Dios. Margarethe Von Trotta se fijó hace bastantes años en la vida de esta monja benedictina que se le presentaba como mujer revolucionaria que vivió de una extraña inspiración. Visión. La vida de Hildegarda de Bingen es la película que intenta presentar su historia con un deseo sincero de adentrarse en los motivos y el carácter de esta mujer. Un empeño histórico difícil, una mirada biográfica compleja y una experiencia religiosa inefable de los que la directora sale airosa aunque con una propuesta no fácil de digerir.
9. The way (estreno 19 noviembre) de Emilio Estévez
El director y el protagonista principal, Martin Sheen, son padre e hijo y se han planteado este proyecto cinematográfico desde su mutua búsqueda espiritual. Por un lado el padre y actor como católico convencido y practicante y, por otro, el hijo y cineasta como buscador en proceso. El resultado es una película enormemente interesante tanto para el público creyente como para todos los que se encuentran explorando en torno al sentido espiritual. La excelente interpretación del elenco de protagonistas de un grupo variado y dispar de peregrinos, el ritmo del camino lleno de incidentes y confesiones personales, la plasmación de la belleza de los paisajes y la elocuencia de una variada banda sonora son los principales atractivos de una película que recomendable para todos los públicos. Los que han hecho el Camino rememorarán su experiencia, los que no lo hicieron se animarán a intentarlo y los que ya no lo pueden hacer será una forma de recorrerlo.
10. Vivir para siempre (estreno 28 octubre) de Gustavo Ron
La nueva película de Gustavo Ron supone un salto cualitativo destacado en su carrera cinematográfica (Mía Sarah, 2006) tanto por la profundidad temática como por la madurez expresiva. “Vivir para siempre” emociona y cuestiona, da que pensar e invita a sentir, hace participar del sufrimiento pero renueva los deseos de vivir. Marcada por una intención claramente espiritual invita a enfrentar los grandes interrogantes de la vida y de la muerte desde la perspectiva de un muchacho de 11 años.
Basada en el libro “Esto no es justo” de Sally Nichols nos cuenta una historia de enfermedad y muerte, en este caso una muerte anunciada en los primeros planos. No se trata de mirar al sufrimiento sino de buscar los resortes profundos de la persona para levantar el vuelo. Así el proceso de la enfermedad es mostrado como el tiempo oportuno donde el pequeño y, lo que es más nuevo argumentalmente, los que le rodean, hacen un proceso para mirar la dolor como posibilidad de ser traspasado, la despedida como ocasión de profundidad en los motivos para vivir. Película realizada para conmover que no cae en el sentimentalismo, sino que contiene los sentimientos dosificándolos para enmarcarlos en la apertura al sentido y a la esperanza. Película para pensar donde se plantean las preguntas impresentables sin anticipar didácticamente las respuestas.
Esta semana seguimos estudiando acerca de David y nos enfocamos en la historia de David y Goliat. Nuestro pasaje se encuentra en 1 Samu...