Se trata de aquellas películas estrenadas durante el 2010 entre nosotros que destacan por la mirada al ser humano en perspectiva trascendente. Lo que supone, un acercamiento al misterio de Dios desde grandes cuestiones humanas como la libertad, el perdón, la acogida del otro, la belleza, la irrupción de lo extraordinario, la conversión y la lucha contra el mal, el testimonio, el coraje de vivir y la búsqueda de la esperanza.
1. Invictus (estreno 29 enero) de Clint Eastwood
En tiempos difíciles para la esperanza (¿hay algún tiempo universalmente fácil para ella?) Invictus nos presenta un referente de resistencia en la figura de Nelson Mandela. Las primeras secuencias de las películas nos muestran casi sin palabras un pueblo roto y enfrentado por la dura experiencia de la segregación (apartheid) racial. Los blancos detentando el poder están encerrados en la autosuficiencia, los negros ilusionados con el cambio también están cerrados en la venganza. Y en medio un hombre que en su voluntad firme, a pesar de su debilidad, cansancio y soledad, les unirá recordándoles que el perdón es un arma poderosa que libera el alma.
Basada en el libro de John Carlin, Playing the Enemy cuenta cómo se desarrolló el Mundial de Rugby del año 1995. Mandela, con una sabiduría que fraguó en sus 27 años en prisión, entendía que el deporte concentraba las emociones de la gente con mucha más rotundidad que el discurso político. Cuando faltaba un año para el Mundial Mandela decidió que el rugby, el deporte de los blancos, era la apuesta de la reconciliación e inició la campaña “Un equipo en un solo país”. Para ello contó con la ayuda de Francois Pienaar, el capitán de la selección, al que pidió ayuda para lograr que los negros se identificaran con el equipo de rugby. Ya en la final, a la que a duras penas llegó Sudáfrica, se presentó Mandela vistiendo la camiseta de la reconciliación, como confesó uno de los jugadores: “En ese momento nos dimos cuenta que había un país entero detrás nuestro, y que este hombre tuviera puesta la camiseta de los Springbok era un signo, no sólo para nosotros, sino también para toda Sudáfrica, que tenemos que unirnos, y tenemos que unirnos hoy”. Y de aquella gesta que ayudó a construir un pueblo nos habla la película traspasada por el perdón y la reconciliación que nacen del alma.
2. The Blind Side (estreno 18 junio) de John Lee Hancock
Esta sencilla historia que coloca en el papel del buen samaritano a una madre y su familia, confirma que hay un tipo de público fiel a estas películas marcadas por el crecimiento en la bondad de las personas, la posibilidad del cambio y la superación, el impulso transformador de la experiencia cristiana y la vigencia de la familia en medio de fuertes transformaciones sociales.
Basada en una historia real, que comenzó siendo una artículo periodístico y terminó en un bestseller, es más una película televisiva que cinematográfica. La consecución del Oscar a la mejor interpretación femenina haya supuesto el empuje definitivo para su pase por las pantallas y las televisiones de todo el mundo. Lo que hemos de agradecer, ya que dentro del cine netamente comercial, nos ofrece una aproximación sincera a los valores cristianos y familiares.
3. The secret of Kells (estreno 20 agosto) de Tomm Moore y Nora Twomey.
No es una casualidad que haya sido nominada para los Oscar de animación del 2010. The secret of Kells es una preciosa propyesta cargada de valores educativos y con posibilidades pastorales que es un pequeño regalo para los jóvenes espectadores, que vivirán con el pequeño monje Bredan una aventuras llenas de fantasía que permitirán profundizar más allá de la proyección.
Realizada en base a dibujos hechos a mano, tiene su inspiración en el colorido y las de los manuscritos iluminados del medioevo irlandés, aunque también aparecen las influencias de Matisse y de los dibujos de Hayao Miyazaki quedamos asombrados por la riqueza y el despliegue visual que nos ofrece. El cruce de la historia irlandesa, las leyendas y mitología celta, los temores infantiles, las metáforas de nuestro tiempo y una inominada referencia cristiana dan lugar a una mezcla cargada de significados y propueta de sentido.
4. Lourdes (estreno 31 marzo) de Jessica Hausner
La directora austriaca Jessica Hausner realiza este acercamiento a algunos aspectos de la experiencia creyente desde la perspectiva provocadora de los milagros. La sinceridad del planteamiento y la honradez de la búsqueda merecen el reconocimiento que esta película tuvo con los premios SIGNIS y el FIPRESCI del Festival de Venecia.
La propuesta de Lourdes es especialmente interesante porque sin vanalizar la posibilidad de la sanación, entra en el tema del sufrimiento y sitúa tanto el dolor como la curación ante la opción del sentido y la confianza de la fe. Así la película respira autenticidad de fondo y se convierte en emocionante sin caer en lo espectacular. En ella la fe aparece como plausible a pesar de una cierta rigidez de las formulaciones. El sufrimiento del alma está ligado al cuerpo pero se concreta en la infelicidad marcada por la soledad y la ausencia de futuro. La única pregunta definitiva sería de qué necesitamos ser curados y quién nos puede curar.
5. Crónicas de Narnia 3 (estreno 3 diciembre) de Michael Apted
Gran éxito de público la tercera entrega de las Crónicas de Narnia: La travesía del Viajero del Alba. En esta ocasión con más fidelidad al relato original y sin que el relato de aventuras desdibuje la profundidad del mensaje que C.S. Lewis quiso trasmitir en este relato fantástico para niños y para los que no lo son tanto.
La nueva entrega supone una giro en la concepción de la serie que vino motivado por el fracaso comercial de la segunda parte, Crónicas de Narnia: El príncipe Caspian. Ahora bajo la producción de Fox y Walden Media, el director Michael Apted realiza una adaptación fiel e inteligente a la vez que actual de este clásico de la literatura infantil. Lo interesante de esta tercera parte es que se mantiene en la misma línea de la primera: ofrecer un relato de aventuras atractivo a la vez que con interesantes claves de sentido. Nuevamente la película permite una doble lectura. Por una parte un amable relato de aventuras bien contado, con guiños a las otras entregas de la serie, despliegue imaginativo de efectos especiales y personajes entrañables que emprenden procesos sugerentes. Todo ello sin perder el pulso a una historia que se hace divertida y emocionante. Y además para los que buscan algo más hay un abundante despliegue simbólico al que ya nos han acostumbrado este tipo de relatos.
6. La última cima (estreno 4 junio) de Juan Manuel Cotelo
Documental sobre Pablo Domínguez, sacerdote y decano de la Facultad de Teología de San Dámaso, es ante todo una expresión audiovisual para decir “sólo Dios y nada más que Dios”. El director y actor Juan Manuel Cotelo ha conseguido, en éste su segundo largometraje, mostrar al Invisible a través de un medio paradójico, este documental a mitad de camino entre la realidad y algo que está más allá de ella. Hay, pues, inspiración en esta película que nos muestra la vida de este sacerdote que no deja de apuntarnos desde su humanidad desbordante al Trascendente cercano y el silencioso hecho Palabra y Presencia.
Desde hace tiempo lleva este director creyente buscando un estilo provocador y directo que transparente lo esencial del misterio de la fe de forma actual y significativa, existencial y comunicativa. El carácter testimonial se expresa marcando el protagonismo del propio director-narrador que sale mirando al objetivo y provocando al espectador. Así como de tantas personas que conocieron al protagonista y desde las que reconstruimos su vida.
7. El concierto (estreno 12 marzo) de Radu Mihaileanu
Se confirma, Radu Mihaileanu sigue siendo un cineasta de garantía desde el punto de vista del cine espiritual. Películas como “El tren de la vida” (1998), la emocionante “Vete y vive” (2005) y ahora “El concierto” se plantean la cuestión de Dios, en este caso tras la búsqueda de la armonía en un mundo convulso.
Lo acertado de este cineasta rumano es la combinación de amabilidad, denuncia, entretenimiento y profundidad antropológica. A través del género fronterizo de una comedia dramática realiza la denuncia de la violación de los derechos humanos en el comunismo soviético, planteada más como una desviación de lo humano que como una cuestión política. Porque en definitiva, el interés de sus personajes siempre se concentra en la posibilidad de girar el alma hacia la bondad.
8. Visión (estreno 24 septiembre) de Margarethe Von Trotta
En el siglo de las Cruzadas y del arte gótico, en el tiempo de cátaros y albigentes, en la época de los enfrentamientos entre el sacro imperio romano-germánico y el Papado, cuando se iniciaron la primeras escaramuzas entre fe y razón surge Hildegarda de Bingen que escribió una obra enciclopédica, compositora y autora teatral, predicadora y reformadora monástica que como mística se sentía enviada por Dios. Margarethe Von Trotta se fijó hace bastantes años en la vida de esta monja benedictina que se le presentaba como mujer revolucionaria que vivió de una extraña inspiración. Visión. La vida de Hildegarda de Bingen es la película que intenta presentar su historia con un deseo sincero de adentrarse en los motivos y el carácter de esta mujer. Un empeño histórico difícil, una mirada biográfica compleja y una experiencia religiosa inefable de los que la directora sale airosa aunque con una propuesta no fácil de digerir.
9. The way (estreno 19 noviembre) de Emilio Estévez
El director y el protagonista principal, Martin Sheen, son padre e hijo y se han planteado este proyecto cinematográfico desde su mutua búsqueda espiritual. Por un lado el padre y actor como católico convencido y practicante y, por otro, el hijo y cineasta como buscador en proceso. El resultado es una película enormemente interesante tanto para el público creyente como para todos los que se encuentran explorando en torno al sentido espiritual. La excelente interpretación del elenco de protagonistas de un grupo variado y dispar de peregrinos, el ritmo del camino lleno de incidentes y confesiones personales, la plasmación de la belleza de los paisajes y la elocuencia de una variada banda sonora son los principales atractivos de una película que recomendable para todos los públicos. Los que han hecho el Camino rememorarán su experiencia, los que no lo hicieron se animarán a intentarlo y los que ya no lo pueden hacer será una forma de recorrerlo.
10. Vivir para siempre (estreno 28 octubre) de Gustavo Ron
La nueva película de Gustavo Ron supone un salto cualitativo destacado en su carrera cinematográfica (Mía Sarah, 2006) tanto por la profundidad temática como por la madurez expresiva. “Vivir para siempre” emociona y cuestiona, da que pensar e invita a sentir, hace participar del sufrimiento pero renueva los deseos de vivir. Marcada por una intención claramente espiritual invita a enfrentar los grandes interrogantes de la vida y de la muerte desde la perspectiva de un muchacho de 11 años.
Basada en el libro “Esto no es justo” de Sally Nichols nos cuenta una historia de enfermedad y muerte, en este caso una muerte anunciada en los primeros planos. No se trata de mirar al sufrimiento sino de buscar los resortes profundos de la persona para levantar el vuelo. Así el proceso de la enfermedad es mostrado como el tiempo oportuno donde el pequeño y, lo que es más nuevo argumentalmente, los que le rodean, hacen un proceso para mirar la dolor como posibilidad de ser traspasado, la despedida como ocasión de profundidad en los motivos para vivir. Película realizada para conmover que no cae en el sentimentalismo, sino que contiene los sentimientos dosificándolos para enmarcarlos en la apertura al sentido y a la esperanza. Película para pensar donde se plantean las preguntas impresentables sin anticipar didácticamente las respuestas.
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