Juanjo Leanizbeaskoa Aguirre
Profesor de Religión en Secundaria
Parece ser que el grupo Noticias de Deia se une a la campaña de acoso y derribo que comentaba el obispo de San Sebastián Munilla. Y lo digo por que dos domingos seguidos en el espacio de opinión del referido grupo publica dos comentarios que van directamente en contra de la clase de religión en la escuela. Si no fuese así, a algunos nos gustaría leer comentarios con otros argumentos.
No cabe duda que en una sociedad plural como la nuestra tienen que existir opiniones de diferente índole, pero tampoco cabe duda que la verdad es fácilmente manipulable y no solo eso ¿cuál es la verdad?, no seré yo quien me atreva a ser portador de la verdad absoluta.
Y es más, no aduciré, a datos, que desconozco, ni a razones de legalidad, siempre cuestionables, ya que soy de los que piensa que una cosa puede ser legal sin ser justa.
Pienso que, en la mayoría de los casos, los que se oponen a la clase de Religión carecen de fundamentación objetiva; son más de carácter visceral que objeciones razonadas. De hecho, no aducen razones de carácter pedagógico o educativo. Su oposición nace de posturas más bien ideológicas y políticas.
Y como decía no voy a ir por ese camino, aludiré a otro tipo de razones, y son de dos tipos.
En primer lugar las que hacen referencia a que no es posible una educación integral sin clase de religión. Aprender a ser exige desarrollar todas las dimensiones o facetas constitutivas de la persona, y la religiosidad lo es. La educación integral conlleve la formación religiosa y moral.
Y en segundo lugar aludiré a otro elemento que sería mejor que lo aportará el propio alumnado. Deseo ir al fondo de la clase de religión en la escuela, en donde, desde los valores del evangelio,-que pienso que no son incompatible con ninguna otra ética- nuestros alumnos y alumnas aprender esos valores de los que nuestra sociedad esta tan necesitada, lo diría de otra forma, antes de hablar de “competencias” la clase de religión ha sido y es una abanderada de la competencia social y ciudadana. Hemos trabajado por construir ciudadanos, que desde los valores de Jesús apostasen por ser constructores de una nueva humanidad. Y, a pesar de las dificultades con las que nos encontramos, hemos conseguido que muchos de nuestros alumnos y alumnos hayan sido y sean el motor de tantas ONGs, que aunque algunas veces se oculte, nacen desde los valores evangélicos.
La opción de religión en la escuela es una opción libre, a quién libremente opte por ella, “dejémosle en paz”, que muchas veces parece que sea la “clase de religión” el único problema de la escuela pública, cuando mayoritariamente el profesorado de religión, con una formación académica que supera la media, y lo digo , por que en ocasiones se duda de esta, es un elemento de disponibilidad total en la vida de los centros.
La Fe tiene muy poco que ver con las teorías, sean científicas o 'religiosas'. El verdadero diálogo con Dios siempre es 'de corazón a corazón'. La 'Mitzvá' o 'Torá no escrita'es la ley no escrita o 'Voluntad de Dios' que jamás se nos dicta en papeles.
ResponderEliminarlos chicos ya están inflados de 'clases'; lo que necesitan es VIDA; si la 'clase de Religión' es capaz de darla, pues 'chapeau'
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