El Papa Benedicto XVI anima en esta jornada a la formación de las conciencias ante las responsabilidades que incumben a cada individuo, grupo o sociedad, en la formación de la opinión pública y en el uso y desarrollo de los medios de comunicación, llama a la oración para ofrecer el testimonio de que el hombre depende en todo de su Creador y para dar a los “medios” el carácter religioso que, como dones maravillosos de Dios, les es debido, y pide colaboración económica –signo de solidaridad– para “promover, sostener y fomentar las instituciones y las iniciativas promovidas por la Iglesia en esta materia”. El Santo Padre desarrolla estos objetivos en el Mensaje para la XLV Jornada de las Comunicaciones Sociales, escrito el 24 de enero, día de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas.
Los Obispos de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social , de la Conferencia Episcopal Española, han escrito un mensaje para esta jornada, en el que siguiendo la línea magisterial de Benedicto XVI, animan a preservar las relaciones directas y personales, llaman a anunciar que Dios existe a través del nuevo mundo digital, invita a los jóvenes católicos a dar respuestas actuales, y a seguir el ejemplo del Beato Juan Pablo II como modelo excelente de comunicador cristiano.
La jornada mundial de las comunicaciones sociales se celebra desde 1967 en el día de la Ascensión. Es la única jornada eclesial creada por un Concilio Ecuménico. Fue aprobada en diciembre de 1963, pero empezó su andadura en 1967.
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