En los últimos meses, la cuestión de la enseñanza de la Religión en la escuela está presente en el debate público y en la agenda política. Desde la nueva Delegación de la Diócesis explican que todavía se está a la espera de que la regulación legal sea “satisfactoria” en lo que se refiere a la clase de Religión y a los profesores.
La enseñanza de Religión en la escuela, como cultura religiosa y cristiana, con sus implicaciones éticas es “un derecho, un deber y un servicio que colabora en la formación de personas libres y responsables”, sigue la nota.
Se agradece desde la Diócesis a los profesores y educadores su trabajo y les solicitan que continúen prestando su testimonio de enseñanza de calidad, “como servicio a los alumnos y respuesta a las necesidades de nuestro tiempo”.
Por otra parte, piden a la comunidad cristiana y a sus responsables que, desde el “respeto a la libertad personal”, valoren e impulsen la educación religiosa “como propuesta educativa integradora y medio de colaborar a la construcción de una nueva sociedad, más solidaria y justa”.
Por último animan tanto a las familias como a los alumnos y alumnas que en cumplimiento de su responsabilidad y “en uso de su derecho”, pidan expresamente la enseñanza religiosa en los centros docentes que “deben” ofertarla”.
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